“1:2 ¿Hasta cuándo, oh Jehová, clamaré, y no
oirás; y daré voces a ti a causa de la violencia, y no salvarás? 1:3 ¿Por qué
me haces ver iniquidad, y haces que vea molestia? Destrucción y violencia están
delante de mí, y pleito y contienda se levantan. 1:4 Por lo cual la ley es
debilitada, y el juicio no sale según la verdad; por cuanto el impío asedia al
justo, por eso sale torcida la justicia.1:5 Mirad entre las naciones, y ved, y
asombraos; porque haré una obra en vuestros días, que aun cuando se os contare,
no la creeréis.” Habacuc. 1:2-5
“3:17 Tus príncipes serán como langostas, y
tus grandes como nubes de langostas que se sientan en vallados en día de frío;
salido el sol se van, y no se conoce el lugar donde están.
3:18 Durmieron tus pastores, oh rey de Asiria,
reposaron tus valientes; tu pueblo se derramó por los montes, y no hay quien lo
junte.” Habacuc. 3:17-18
Introducción
Hay momentos
tan difíciles en nuestra vida que resquebrajan nuestra fe, son momentos en los que
sentimos que tambaleamos y se muestra a través del desespero la cual se
convierte en la primera muestra de pérdida de fe, llega el desánimo, el
pesimismo y en ocasiones nos volvemos a quejarnos o reclamar a Dios.
a. El caso del profeta Habacuc: Le reclama a Dios porque cree que Dios no lo
escucha, pensaba que Dios estaba tan
lejos que no lo oía.
Habacuc 1: 2 ¿Hasta cuándo, oh Jehová, clamaré, y no
oirás; y daré voces a ti a causa de la violencia, y no salvarás?
Creía que había visto demasiado y no
quería seguir así. Estaba
deprimido y angustiado porque su fe tambaleaba.
Habacuc 1: 3 ¿Por qué me
haces ver iniquidad, y haces que vea molestia? Destrucción y violencia están
delante de mí, y pleito y contienda se levantan.
b. Sucedía que había un caos total en la
tierra: No había justicia y la
gente hacía lo que quería. ¿Será que es parecido a esta época? La gente no hacía
caso la ley.
Habacuc 1: 4 Por lo
cual la ley es debilitada, y el juicio no sale según la verdad; por cuanto el
impío asedia al justo, por eso sale torcida la justicia.
c. Pero el Señor se muestra con
misericordia: Dios le
aclara que el sí ha oído y que sí sucederán cosas y que él mismo las verá, que
no es la voluntad de Dios que esto sucediera pero el pueblo verá el castigo a
causa de su desobediencia y apatía por
las cosas de Dios.
Habacuc 1: 5-7 Mirad
entre las naciones, y ved, y asombraos; porque haré una obra en vuestros días,
que aun cuando se os contare, no la creeréis. 6 Porque he aquí, yo levanto a
los caldeos, nación cruel
y presurosa, que camina por la anchura de la tierra para poseer las
moradas ajenas.7 Formidable es y terrible; de ella misma procede su justicia y
su dignidad.
d. Empieza un cambio de actitud, de
pensamiento y de sentimientos.
Habacuc 2: 3-4 Aunque la visión tardará aún por un tiempo, más
se apresura hacia el fin, y no mentirá; aunque tardare, espéralo, porque sin
duda vendrá, no tardará. 4 He aquí que aquel cuya alma no es recta, se
enorgullece; mas el justo por su fe vivirá.
e. Cambio rotundo de actitud y muestra
total de fe ciega. Cuando se
determina que, pase lo que pase no cambiará su doctrina ni su fe en Dios.
Habacuc 3:17-18 Aunque la higuera no florezca, ni en las vides
haya frutos, aunque falte el producto del olivo, y los labrados no den
mantenimiento, y las ovejas sean
quitadas de la majada, y no haya vacas en los corrales; 18 Con todo, yo me
alegraré en Jehová, y me gozaré en el Dios de mi salvación.
Conclusión
No parece que
esto lo escribiera la misma persona que escribió al principio, aquí hay alguien
lleno de fe ciega en Dios.
Habacuc 19 Jehová el Señor es mi fortaleza, El cual hace
mis pies como de ciervas, y en mis
alturas me hace andar. Al jefe de los
cantores, sobre mis instrumentos de cuerdas. ¡¡¡¡Gloria al señor!!!
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