18 de abril de 2017

ENSEÑADOS POR CRISTO


EL FUEGO QUE NO SE APAGA

“si en verdad lo habéis oído, y habéis sido por él enseñados, conforme a la verdad que está en Jesús.” Efesios 4:21

Introducción.
El señor Jesucristo se preocupó durante su estancia en esta tierra en enseñarnos cómo debería ser nuestra nueva manera de vivir, como maestro fue muy específico en sus enseñanzas y nos recalcó que no deberíamos andar en la vanidad de nuestra mente.

a. Una de las razones poderosas de sus enseñanzas más que una advertencia es una exhortación a no contristar a nuestro defensor y a darle libertad plena en nuestra vida, y no como el viejo hombre viciado, sino que nos llama a una renovación constante

“Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente, Efe 4:18  teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón. Efe 4:19  Estos, después que perdieron toda sensibilidad, se entregaron al libertinaje para cometer con avidez toda clase de impureza. Efe 4:20  Pero vosotros no habéis aprendido así sobre Cristo,  Efe 4:21  si en verdad lo habéis oído, y habéis sido por él enseñados, conforme a la verdad que está en Jesús. 
Efe 4:22  En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está corrompido por los deseos engañosos, Efe 4:23  renovaos en el espíritu de vuestra mente, Efe 4:24  y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad. Efe 4:25  Por eso, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo, porque somos miembros los unos de los otros. Efe 4:26  Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, Efe 4:27  ni deis lugar al diablo. Efe 4:28  El que robaba, no robe más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad. Efe 4:29  Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes. Efe 4:30  Y no entristezcáis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados[a] para el día de la redención. Efe 4:31  Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería, maledicencia y toda malicia. Efe 4:32  Antes sed bondadosos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.” Efesios 4:17-32

b. Por eso Pablo en medio de la aflicción de la cárcel y sintiendo su partida muy próxima exhorta a Timoteo a avivar el fuego y a no dejarlo de caer, ¿Cómo se viva el fuego luego de la lectura anterior? Recordemos que nosotros como sacerdotes somos los responsables de mantener el fuego encendido hasta que los sacrificios de animales queden hecho ceniza, así debemos someter nuestra carne para que no haya peso de pecado, sino viviendo en plenitud

“Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, Heb 12:2  puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios. Heb 12:3  Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar,” Hebreos 12: 1-3.

c. Al darle libertad al Espíritu Santo en nuestras vidas tendremos una vida de comunión, de oración permanente, de sabiduría porque tendremos discernimiento, revelación, amistad con la persona del Espíritu santo de quien el apóstol Pablo dijo  …es la garantía de sus promesas… la de nuestro padre en su palabra para nosotros sus hijos

“El cual también nos ha sellado y nos ha dado, como garantía, el Espíritu en nuestros corazones.” 2 Corintios 1:22

Las arras tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento indican una primera cuota, un depósito a una promesa que la parte contratante sellaba y obligaba a pagar, era una prenda de garantía.

Conclusión
Como prenda de la gloria a la que Dios nos tiene destinados es Espíritu Santo es el sello de su fidelidad en prueba de que lo hará es un pago adelantado una primera cuota.


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