
“28:16 Pero los once discípulos se fueron a Galilea, al monte donde Jesús les había ordenado.
28:17 Y cuando le vieron, le adoraron; pero
algunos dudaban. 28:18 Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me
es dada en el cielo y en la tierra.” Mateo 28:16-18
Introducción.
Evidencia que Jesús si “era” el hijo de Dios:
“Jesús dio otra vez un fuerte grito, y murió.
51 En aquel momento, el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo. La
tierra tembló y se partieron las rocas, 52 los sepulcros se abrieron y muchos
hombres de Dios que habían muerto resucitaron. 53 Salieron de sus tumbas
después de la resurrección de Jesús y entraron en la santa ciudad de Jerusalén,
donde los vio mucha gente. 54 Cuando el centurión y los que con él vigilaban a
Jesús vieron el terremoto y todo lo que estaba pasando, dijeron aterrados: –
¡Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios!55 Estaban allí, mirando de lejos,
muchas mujeres que habían seguido a Jesús desde Galilea y que le habían
ayudado. 56 Entre ellas se encontraban María Magdalena, María la madre de
Santiago y de José, y la madre de los hijos de Zebedeo.” Mateo 27:50-56
Desarrollo.
a. Los que
primero lo buscan primero lo encuentran.
“Yo amo a los que me aman, y me hallan los que
temprano me buscan.” Proverbios 8:17
b. Jesús se aparece a las mujeres
“Las mujeres se alejaron a toda prisa del
sepulcro, asustadas pero, a la vez, con mucha alegría, y corrieron a llevar la
noticia a los discípulos. 9 En esto, Jesús se presentó ante ellas y las saludó.
Ellas, acercándose a Jesús, le abrazaron los pies y le adoraron.10 Él les dijo:
–No tengáis miedo. Id a decir a mis hermanos que se dirijan a Galilea, y que
allí me verán.” Mateo
28:8-10
La importancia de congregarse en obediencia:
“Pero Jesús les dijo: – ¿Por qué estáis tan
asustados y por qué tenéis esas dudas en vuestro corazón? 39 Ved mis manos y
mis pies: ¡soy yo mismo! Tocadme y mirad: un espíritu no tiene carne ni huesos
como veis que yo tengo. 40 Al decirles esto, les mostró las manos y los pies.
41 Pero como ellos no acababan de creerlo, a causa de la alegría y el asombro
que sentían, Jesús les preguntó: – ¿Tenéis aquí algo de comer?42 Le dieron un
trozo de pescado asado 43 y él lo tomó y lo comió en su presencia. 44 Luego les
dijo: –A esto me refería cuando, estando aún con vosotros, os anuncié que todo
lo que está escrito acerca de mí en la ley de Moisés, en los libros de los
profetas y en los salmos tenía que cumplirse. 45 Entonces les abrió la mente
para que comprendieran las Escrituras, 46 y les dijo: –Está escrito que el
Mesías tenía que morir y que resucitaría al tercer día” Lucas 24:38-46
c. Instrucciones precisas de Jesús:
“47 y que en su nombre, y comenzando desde
Jerusalén, hay que anunciar a todas las naciones que se vuelvan a Dios, para que
él les perdone sus pecados. 48 Vosotros sois testigos de estas cosas. 49 Y yo
enviaré sobre vosotros lo que mi Padre prometió. Pero vosotros quedaos aquí, en
Jerusalén, hasta que recibáis el poder que viene de Dios.” Lucas 24:47-49
“Así pues, los once discípulos fueron a
Galilea, al monte que Jesús les había indicado. 17 Y al ver a Jesús, le
adoraron, aunque algunos dudaban. 18 Jesús se acercó a ellos y les dijo: –Dios
me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra. 19 Id, pues, y haced mis
discípulos a todos los habitantes del mundo; bautizadlos en el nombre del
Padre, del Hijo y del Espíritu Santo 20 y enseñadles a cumplir todo lo que os
he mandado. Y sabed que yo estaré con vosotros todos los días, hasta el fin del
mundo.” Mateo 28: 16-20
d. Cuarenta días de enseñanza y ministración de Jesús:
“hasta el día en que fue recibido arriba,
después de haber dado mandamientos por el Espíritu Santo a los apóstoles que
había escogido;3 a quienes también, después de haber padecido, se presentó vivo
con muchas pruebas indubitables, apareciéndoseles durante cuarenta días y
hablándoles acerca del reino de Dios.4 Y estando juntos, les mandó que no se
fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les
dijo, oísteis de mí.5 Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros
seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días.” Hechos 1:2-5
Conclusión:
Jesús dice
sus últimas palabras ante los apóstoles pero siempre insistiendo en la
necesidad de llevar el mensaje de salvación a toda criatura sin excepción
“pero recibiréis poder, cuando haya venido
sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda
Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.9 Y habiendo dicho estas
cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube (ángeles) que le
ocultó de sus ojos.10 Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre
tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con
vestiduras blancas ,11 los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por
qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros
al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo.” Hechos 1:8-11
No lo olvides
tú también estás revestido de poder y
autoridad para llevar el mensaje de salvación.
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